sábado, 26 de julio de 2014
REFLEXIÒN DE LA ASIGNATURA CULTURA PROFESIONAL DOCENTE
Considero que el trabajo realizado durante la asignatura como regular ya que hubo innumerables factores que afectaron el proceso las cuales prefiero obviar. Pero en particular pude aprender muchas cosas nuevas que serán muy útiles cuando este ejerciendo mi profesión.
Considero además, que los esfuerzos por parte de los facilitadores fue satisfactorio aunque debo decir, que no respondimos como debíamos, pero, cada quien sigue siendo responsable de sus propios aprendizajes.
Síntesis de la unidad IV La organización social del Docente.
- Conceptualización de la organización sindical
Un sindicato es una
asociación integrada por trabajadores en defensa y promoción de sus intereses
laborales, con respecto al centro de producción o al empleador
con el que están relacionados contractualmente.
Pueden distinguirse los
Sindicatos de ramo que agrupan a los trabajadores conforme la actividad de la
empresa en la cual se desempeñan, de los sindicato de oficios, que agrupan a
quienes se desempeñan en cierto oficio con independencia de la actividad de la
empresa en la cual trabajan. Serían por ejemplo sindicatos de ramo los de la
industria metalúrgica, los de la educación o los del sector público, y
sindicatos de oficios como por ejemplo Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Construcción, Terraceros Conexos y
Similares de México los de viajantes de comercio o de camioneros. Existen
también los sindicatos de empresa que
reúnen a los trabajadores de una empresa en particular, que, en general,
solamente son posibles en grandes establecimientos.
- El estatuto de la profesión docente en República Dominicana
Surge como un reconocimiento del Gobierno al esfuerzo y el desprendimiento puesto de manifiesto por cada sector docente, lo que hizo necesario crear un instrumento legal capaz de concretar las conquistas de este sector.
El reglamento constituye el conjunto de disposiciones basadas en dicha Ley que tiene por objeto facilitar la aplicación de todo lo relativo al Estatuto del Docente.
Este reglamento presenta algunas finalidades esenciales entre las que citamos:
Establecer lo referente a derechos y obligaciones que rigen la relación del docente, en sus diversas categorías, cargos y/o clasificaciones, con el Ministerio de Educación según lo previsto en la Ley 66-97.
El Reglamento del Estatuto del Docente fue aprobado mediante el Decreto número 421 del año 2000, el día 15 de agosto; este instrumento posibilita la implementación, en la práctica, de la Ley General de Educación 66-97 en toda plenitud y alcance.
Surge como un reconocimiento del Gobierno al esfuerzo y el desprendimiento puesto de manifiesto por cada sector docente, lo que hizo necesario crear un instrumento legal capaz de concretar las conquistas de este sector.
El reglamento constituye el conjunto de disposiciones basadas en dicha Ley que tiene por objeto facilitar la aplicación de todo lo relativo al Estatuto del Docente.
Este reglamento presenta algunas finalidades esenciales entre las que citamos:
Establecer lo referente a derechos y obligaciones que rigen la relación del docente, en sus diversas categorías, cargos y/o clasificaciones, con el Ministerio de Educación según lo previsto en la Ley 66-97.
3.
Aportes de la organización sindical a la cultura
profesional del docente.
Una mirada a las políticas
educativas que se implementan en América Latina nos llevan a revisar los
acuerdos de carácter internacional, principalmente, aquellos que han definido
las Reformas Educativas en países como el nuestro.
La Conferencia Mundial de Educación para Tod@s (Jontiem 1990) respaldada
por la Declaración
de Derechos Humanos, virtualmente ha establecido el escenario de acción,
iniciado por el Proyecto Principal de Educación en América Latina y el Caribe.
Luego de una década de procesos educativos en el Foro Mundial de Educación de
Dakar (Senegal, 2000) nuevamente se ratifican las decisiones asumidas
anteriormente y se dice: “nos comprometemos a cumplir los objetivos y
finalidades de la educación para todos, para todos los ciudadanos y todas las
sociedades representa un compromiso colectivo para actuar: Los gobiernos
nacionales tienen la obligación de velar porque se alcance y apoyen los
objetivos y finalidades de la educación para Todos” .
Como parte de los
compromisos emitidos en el Marco de Acción de Dakar se ratifica la posición de
“mejorar la condición social, el ánimo y la competencia profesional de los
docentes” . Esto plantea a la formación inicial del docentado y el
fortalecimiento profesional como prioridades, para avanzar hacia la meta de una
“Educación para Todos”, además, se ha puesto énfasis en el tema de la voluntad
política para el desarrollo de los planes nacionales.
En la región, los procesos
de Reformas Educativas que están en marcha han incluido este compromiso como
parte de sus objetivos. En la evaluación de Dakar se advierte que las políticas
públicas sobre docencia -no en todos los países- no han sido concertadas. En
este marco, se ha venido dando una participación docente preestablecida y
marginal a las definiciones de las políticas.
Síntesis de la unidad III El docente y su desarrollo profesional y personal
1. La formación permanente y la auto evaluación en el ejercicio profesional.
Para T. Rodríguez Neira (1999, p. 178): “el desarrollo profesional de
los docentes constituye un proceso de autodeterminación basada en el diálogo
colegiado, a medida que se implanta un tipo de comprensión compartida por los
protagonistas, tanto acerca de las tareas profesionales como de los medios
necesarios para llevarlas a cabo”.
La formación del profesorado ha sido y sigue siendo un tema de constante
actualidad y preocupación desde diferentes esferas de actividad, ya sean los
propios profesionales que demandan una actualización de conocimientos y una
puesta al día sobre los nuevos cometidos a desarrollar en el marco de una
sociedad en constante evolución, como desde las autoridades académicas
encargadas de llevar adelante este cometido, con el fin de lograr una educación
de calidad, para lo que se precisa de un colectivo con la suficiente
preparación y motivación hacia la enseñanza.
De
acuerdo a García, autor de La Formación Permanente del profesorado:
motivaciones, realizaciones y necesidades, hace referencia la termino en
cuestión y dice: "El empleo del término formación lleva implícito su
consideración englobando tanto la formación de base o inicial como la
llevada a cabo a lo largo de la actividad profesional, lo que los autores
identifican como formación permanente".
En este
sentido, también cita que la formación del profesorado debe venir
caracterizada por las siguientes notas:
-
Contemplar la diversidad de intereses y necesidades.
-
Ha de ser flexible.
-
Diversificada, para atender a diferentes colectivos.
-
Vinculada a la práctica.
-
Adaptada a los constantes cambios.
-
Equilibrada entre los contenidos y el componente didáctico.
-
Multiplicidad de ofertas.
-
Pluralidad de estrategias.
Síntesis de la unidad I
Síntesis de la unidad I
- Concepto de cultura
En síntesis, cultura es todo
aquello, material o inmaterial (creencias, valores, comportamientos y objetos
concretos), que identifica a un determinado grupo de personas, y surgen de sus
vivencias en una determinada realidad. Dicho de otro modo, cultura es la manera
como los seres humanos desarrollamos nuestra vida y construimos el mundo o la
parte donde habitamos; por tanto, cultura es el desarrollo, intelectual o
artístico. Es la civilización misma.
- Diversidad cultural
La diversidad de culturas o diversidad
cultural se refiere al grado de variación cultural,
tanto a nivel mundial como en ciertas áreas, en las que existe interacción de
diferentes culturas coexistentes (en pocas palabras diferentes y diversas
culturas). Muchos estados y organizaciones consideran que la diversidad de
culturas es parte del patrimonio común de la humanidad y tienen políticas o
actitudes favorables a ella. Las acciones en favor de la diversidad cultural
usualmente comprenden la preservación y promoción de culturas existentes.
La diversidad cultural se manifiesta por la diversidad del lenguaje, de las creencias religiosas, de las prácticas del manejo de la tierra, en el arte, en la música, en la estructura social, en la selección de los cultivos, en la dieta y en todo número concebible de otros atributos de la sociedad humana.
3.
La cultura y su incidencia en el pensamiento y la
práctica del docente
Mejorar el aprendizaje de
los educandos para formar personas integrales y ciudadanos comprometidos
capaces de actuar en nuestra compleja sociedad, demanda variadas tareas de
parte de todos los involucrados en el sistema educativo. Sin embargo, teniendo
en cuenta que la labor docente y su intervención en el aula es el elemento que
más incidencia tiene en el desarrollo de los educandos, entre todos, el rol del
docente es hoy uno de los mayores focos de atención como gestores de un cambio
para la mejora del proceso; de ahí las diferentes intervenciones que se han
realizado a nivel de formación docente tanto en la formación inicial - con el
proceso de revisión de programas de los centros de educación superior que
ofrecen las carreras docentes, como en la formación continua con planes de
perfeccionamiento y evaluación del desempeño docente.
Son altas las
exigencias hacia el docente por realizar prácticas de enseñanza eficaces, las
que son medidas por resultados de los alumnos en pruebas estandarizadas o
evaluadas generalmente mediante la observación de las clases del docente, por
parte de algún miembro directivo del centro. Sin embargo, para que los
educandos logren desarrollar las competencias de formación que están
programadas de acuerdo al Curriculum Nacional y a lo que cada institución
declara en el Proyecto Educativo Institucional, el docente debe realizar
esfuerzos de sobre manera para dar cumplimiento a aquello en condiciones
laborales que muchas veces son adversas.
- Sentido de pertenencia a la profesión docente.
Buena parte de la
explicación de esta realidad radica en la miopía con la que se viene tratando
la profesión docente. Muchos ni siquiera aceptan que se trate de una auténtica
profesión como cualquier otra, siendo que está llena de exigencias y
complejidades mayores que las profesiones más reconocidas y respetadas. En la
visión de esta profesión sea parchada, limitada y parcial, no tendremos
resultados en la calidad de la educación. El tratamiento integral de la
profesión exige la toma de conciencia de que conforma un sistema de naturaleza
compleja, cuyos componentes se retroalimentan entre sí. Muchas investigaciones
conocedoras de las claves de esta profesión aseguran que, el gran desafío, es
aprender a administrar la complejidad de la profesión, lo que es mucho más
comprometido y menos confortable que sólo pensar o hablar de ella, y para lo
que no hay recetas ni rutas hechas.
La Profesión Docente merece articular todos esos componentes, entre los que la Formación se constituye en su centralidad. Es vital la comprensión integral que el país tenga sobre esta integralidad. La historia educativa ha fijado la atención en alguna de sus componentes sin atender el resto, lo que explica el fracaso obtenido en su tratamiento. Este cuadro sistémico comprende, entre otros, estos componentes que, a su vez, se comportan como nudos críticos: El Continuum de la Formación Docente, el Tratamiento Profesional, Reconocimiento Institucional, Reconocimiento Social, Reconocimiento Salarial y Beneficios Sociales, entre otros. Cualquier intervención en uno de ellos, sin tomar en cuenta el resto, tiene pobres resultados. La formación constituye el pivote fundamental en torno al cual giran el resto de componentes. Los esfuerzos actuales que de la Educación Básica y Media en la formación son importantes, pero reclaman sistematicidad, continuidad, seguimiento y reconocimiento. En tanto esta formación se fundamente en el desarrollo de la capacidad reflexiva, crítica y de innovación, se pueden esperar mejores resultados en el aprendizaje de los alumnos.
El reconocimiento social de la profesión representa un ángulo de gran relevancia para que el magisterio se sienta aceptado, reconocido, legitimado y respaldado. El país, con sus instituciones y organismos, aún no logra reaccionar mostrando una actitud comprometida con el fortalecimiento de esta profesión, prerrequisito fundamental para que, la lucha por la calidad se concrete. Desde la sociedad civil organizada y más comprometida con la educación, se levantan voces alentadoras que promueven el mejoramiento salarial y social del magisterio, que merecen ser escuchadas, aceptadas y debidamente respondidas por quienes toman decisiones educativas.
El reconocimiento institucional de la profesión alude a su principal respaldo y marco referencial de exigencia y afirmación. La educación efectiva se debe al quehacer de la profesión docente, a su trabajo, dedicación y compromiso en las aulas. La profesión constituye, de alguna manera, la mayor reserva moral y técnico-pedagógica y humana de la educación del país. Pero mientras la sociedad exige calidad a la educación, paradójicamente, sus principales mediadores no reciben el respaldo, apoyo y reconocimiento debidos. Queda, así, entrampada la calidad educativa entre una pobre calidad de vida del magisterio y la ausencia crónica de políticas y voluntad de fortalecimiento de la profesión docente.
La Profesión Docente merece articular todos esos componentes, entre los que la Formación se constituye en su centralidad. Es vital la comprensión integral que el país tenga sobre esta integralidad. La historia educativa ha fijado la atención en alguna de sus componentes sin atender el resto, lo que explica el fracaso obtenido en su tratamiento. Este cuadro sistémico comprende, entre otros, estos componentes que, a su vez, se comportan como nudos críticos: El Continuum de la Formación Docente, el Tratamiento Profesional, Reconocimiento Institucional, Reconocimiento Social, Reconocimiento Salarial y Beneficios Sociales, entre otros. Cualquier intervención en uno de ellos, sin tomar en cuenta el resto, tiene pobres resultados. La formación constituye el pivote fundamental en torno al cual giran el resto de componentes. Los esfuerzos actuales que de la Educación Básica y Media en la formación son importantes, pero reclaman sistematicidad, continuidad, seguimiento y reconocimiento. En tanto esta formación se fundamente en el desarrollo de la capacidad reflexiva, crítica y de innovación, se pueden esperar mejores resultados en el aprendizaje de los alumnos.
El reconocimiento social de la profesión representa un ángulo de gran relevancia para que el magisterio se sienta aceptado, reconocido, legitimado y respaldado. El país, con sus instituciones y organismos, aún no logra reaccionar mostrando una actitud comprometida con el fortalecimiento de esta profesión, prerrequisito fundamental para que, la lucha por la calidad se concrete. Desde la sociedad civil organizada y más comprometida con la educación, se levantan voces alentadoras que promueven el mejoramiento salarial y social del magisterio, que merecen ser escuchadas, aceptadas y debidamente respondidas por quienes toman decisiones educativas.
El reconocimiento institucional de la profesión alude a su principal respaldo y marco referencial de exigencia y afirmación. La educación efectiva se debe al quehacer de la profesión docente, a su trabajo, dedicación y compromiso en las aulas. La profesión constituye, de alguna manera, la mayor reserva moral y técnico-pedagógica y humana de la educación del país. Pero mientras la sociedad exige calidad a la educación, paradójicamente, sus principales mediadores no reciben el respaldo, apoyo y reconocimiento debidos. Queda, así, entrampada la calidad educativa entre una pobre calidad de vida del magisterio y la ausencia crónica de políticas y voluntad de fortalecimiento de la profesión docente.
Recuperado de: http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/87744
11 de noviembre de 2010 | 19:26:00 Profesión Docente, la gran olvidada por: Rafael Lucio Gil Ph. D. | Opinión
viernes, 30 de mayo de 2014
sábado, 24 de mayo de 2014
martes, 20 de mayo de 2014
Síntesis de la guía “Enseñar o el oficio de aprender” de Michel A. Santos Guerra
En este capítulo se desarrollan varios temas de interés
partiendo desde concepciones generales acerca de cultura profesional docente,
las condiciones en que se desarrolla la misma, la naturaleza de la profesión
docente, el contexto organizativo de la práctica, entre otros tópicos los
cuales para desarrollar un análisis más profundo y sistematizado, decidí
trabajarlos cada uno de forma particular.
De este modo iniciamos el análisis con el primer tema del
capítulo:
Cultura profesional del docente
En primer lugar, al iniciar este apartado, el autor nos propone
algunos conceptos claves los cuales considero oportuno destacar por ejemplo el
que define que la cultura profesional como aquel conjunto de prácticas,
creencias, ideas, expectativas, rituales, valores, motivaciones y costumbres
que definen una profesión en un contexto y en un tiempo dado, es decir, que
dicha cultura profesional está integrada por un conjunto de atribuciones
propias de una profesión las cuales tiene la habilidad de posibilitar su
existencia.
Más adelante en el mismo capítulo el autor, tras citar a
Contreras, 1991 en cuanto a algunas categorías de diferentes profesionales
afirma que unos tienen la tarea de pensar y otros la de ejecutar, asegurando
que de estas, la tarea de pensar se considera más decisiva, mas difícil y
anterior en tiempo. Así que mediante esta clasificación, el docente practico
queda como un ser sin autonomía, depende de agente externos que piensen por él
mientras que el maestro que asume el reto de pesar, se convierte en un
traductor del pensamiento, en un ejecutor de las ideas y en un aplicador de los
descubrimientos.
En conclusión, el autor sostiene que hay tres factores
que configuran la cultura profesional de los docentes: las condiciones sociales
en que se desarrolla, la concepción que se tiene de su función y el contexto
organizativo en que se tiene el lugar.
Las condiciones sociales en que se
desarrolla
Este apartado hace referencia a todas aquellas
situaciones a las que se enfrenta el profesional docente el desarrollo de su
carrera como por ejemplo, la feminización de la profesión docente.
Tras ver los enunciados emitidos por el autor y todos los
autores citados y totalmente de acuerdo con los mismos puedo decir que es un
grave error querer feminizar esta profesión, por el simple hecho de que sea más
frecuente la presencia de mujeres que de hombres es la misma, es como dice
Harris,1982, citado por el autor, “si cualquiera puede llegar, cada uno puede
llegar”, es decir, cada uno posee las condiciones las para hacerlo tanto
mujeres como hombres y por ejemplo, de ser esta in balanceada tipificación por
el componente asistencial y de servicio que conlleva la profesión docente, que
menciona Apple, 1982 citado por el autor, el hombre, aunque en menor proporción
que la mujer, también puede cultivar perfectamente dichos componentes.
La naturaleza de la profesión docente
En este tópico el autor define los rasgos más importantes
que definen a los profesionales entre los que figuran un saber específico de
carácter científico, un nivel de institucionalización en sentido del ejercicio
reglado, profesión y otros. Luego el autor afirma que los profesionales
docentes gozan de estas características pero no en grado pleno y puro, por eso
una gran gama de autores los consideran como semiprofesionales.
El autor afirma que es imprescindible trazar un perfil
del profesional de la docencia porque no solo importa definir el lugar donde
trabaja, el escenario donde se sitúa, lo importante es saber quién es y qué
sentido tiene lo que hace.
Más adelante el autor propone diez enunciados los cuales
son características que definen a la profesión docente por ejemplo, que no es
inespecífica ya que para ejecutarla hace falta tener unas actitudes, unos
conocimientos y unas destrezas que no se poseen de forma innata o
intuitivamente, entre otros enunciados.
En conclusión, Pérez Gómez, 1994, citado por el autor
considera que el profesor debe entenderse como un profesional comprometido con
el conocimiento, que actúa a la manera de un artista o un clínico en el aula,
que investiga y experimenta, que utiliza el conocimiento para comprender los términos
de la situación del contexto, del centro, del aula, de los grupos y de los
individuos, así como para diseñar y construir estrategias flexibles adaptadas a
cada momento, cuya eficiencia y bondad experimenta y evalúa de forma permanente.
El contexto organizativo de la práctica
En este apartado, se define claramente la incidencia que
tiene el contexto con el quehacer docente, tanto así que el autor alega que no
se puede entender lo que le sucede a los profesores sin tener en cuenta las características
de la institución en lo que trabajan y en la que viven.
El autor afirma que la práctica de los profesores está
marcada por algunas situaciones, por ejemplo:
-La individualidad frente a la colegialidad, lo cual
destaca situaciones desastrosas tanto en los maestros como en los alumnos.
-La prescripción frente a la reflexión, lo que se
visualiza cuando maestros en vez de deshacer la oportunidad de desarrollar su capacidad de
crear, se limitan a lo que reciben y hasta a veces sin crear ningún razonamiento
al respecto.
-Envejecimiento de los profesionales frente al
rejuvenecimiento de los alumnos, lo que los puede conducir a la monotonía.
-Juicios atributivos culpavilizadores ante el fracaso, lo
cual es bastante común y se produce cuando los padres y la sociedad en general
tienden a culpar al profesor por todos los males de la escuela.
-La micro política de la escuela y las inercias
institucionales y sociales.
Algunos senderos por donde avanzar
Este es el último subtitulo y en el mismo, el autor
propone algunas sugerencias que podrían ser de gran ayuda para mejorar algunas
situaciones ya planteadas entre las cuales propone:
-Concebir el centro como la unidad funcional del cambio.
-La apertura del centro a la comunidad educativa a través
de consejos escolares y a la sociedad a través de la permeabilidad institucional.
Estos que sean más asequibles.
-La reflexión sobre la práctica
-Modificar las estructuras y las situaciones sociales en
las que se desarrolla el docente el docente.
-La defensa de los valores públicos y el compromiso con
los desfavorecidos.
Considero que al crear el autor cada una de estas
propuestas de mejora, estaba convencido que aun hay esperanza y de que a pesar
de todo, aun estamos a tiempo de mejorar esta condición, estamos aun a tiempo
de quitar esa etiqueta que por tantos años se les ha colocado a los profesores.
Somos la generación emergente y los responsables de que
no se nos siga señalando como los como los “comesueldos” del gobierno.
Las herramientas están, las condiciones propicias, solo
hace falta la actitud, esa que nos impulsara a decidirnos por el camino de la excelencia
indignados por tanto desmèrito y falta de valoración sea por causas reales o
no, esa que aun sin ver los cambios de forma inmediata nos llevara a ver aun
mas allá con visión de águila la inminente victoria que se aproxima si asumimos
con toda gallardía este gran reto que nos espera.
Reflexión del video “El virus de la actitud"
Narra la jocosa historia de una empresa en la que habían
detectado un extraño virus llamado “actitud”.
Para demostrar la veracidad de la presencia del virus en
la empresa, se analizaron algunas situaciones presentes en unos que otros
miembros de la misma.
Dentro de los casos encontrados se destacan los
siguientes:
-El exagerador: alteraba todas sus descripciones.
-El perfeccionista: que usa la palabra calidad como
espada
-El resistente: no está abierto a los cambios
-El “ese no es mi trabajo”: lo que limita a las personas
a experimentar nuevas capacidades.
-El esparcidor de rumores
-El no comprometido, que lecciona el entusiasmo y el
compromiso
-El pesimista, con nada de visión
Pero para todos estos males se presento una serie de
sugerencias las cuales, de aplicarse podían mejorar las situaciones estudiadas
y otras más que podríamos padecer.
1º. Reconocer que hay un problema de actitud que mejorar
2º. Ayudar a un compañero a que reconozca que posee mala
actitud no poniendo el enfoque en la personalidad porque esta no se cambia
sino, mostrar al afectado que tanto afecta la situación al resto del personal.
3º. Reconocer las causas ocultas que provocan esa actitud
4º. Poner en claro los valores
5º. Reemplazar las viejas acciones ineficaces por otras
que sean realmente productivas en función de la mejora de actitud.
6º. Monitorear los signos vitales, es decir, dar
seguimiento.
Considero que cada persona tiene la responsabilidad de auto analizarse para así saber si posee el llamado “virus de la actitud” o
alguno de sus síntomas para que procure así aplicar las técnicas ya mencionadas
y pueda mejorar su situación debido a que dicha situación afecta en gran
proporción de una forma u otra como todos los virus, todo el entorno de la
persona afectada.
En conclusión entonces, considero que tras leer este
articulo o ver el video debemos analizar y dar respuesta a interrogantes como
¿Qué aprendo de esto?, ¿para qué me sirve?, ¿Cómo lo aplico? Y así no pasar por
alto lo aprendido sino, aprovecharlas de la mejor manera.
Qué paso el Sábado 17-5-2014
En esta ocasión,
en el primer momento, comentamos los resultados de la guía de preguntas que
debíamos completar tras ver la película “La historia de Ron Clark”.
Luego, el
maestro Víctor Mártir nos entrego una guía de 14 preguntas un poco más
complejas sobre dicha película y al no poderlas completar en el tiempo reasignado,
se asigno como tarea y pasamos a la siguiente actividad la cual resulto ser muy
interesante.
El maestro
nos informo que debíamos crear un blog en el cual íbamos a colgar las tareas
asignadas y que además es una herramienta muy útil para nuestro desarrollo como
profesionales docentes de esta era digital.
Dentro de las
tareas asignadas figuran:
-Crear un blog
-Crear un artículo
sobre lo que paso el primer sábado de clases
-Contar lo
que paso el sábado anterior
-Hacer un
breve resumen del capítulo 8 de la guía titulada “Enseñar o el oficio de aprender” de Michel A. Santos
Guerra.
a) Leer
b) Sintetizar
c) Reflexión
o comentario personal
-Hacer
reflexión del video “El virus de la actitud”.
Nota: Cada
una de estas asignaciones para hacer en artículos distintos.
Para cerrar, vimos
un video titulado “El virus de la actitud” en el cual observamos algunos
ejemplos de actitudes negativas que asumen algunas personas y las repercusiones
que producen en ellas mismas y en los demás y también sus respectivas
soluciones.
Qué paso el Sábado 10-5-2014
Para este
encuentro, luego de recibir cordiales saludos por el profesor Eduardo Hidalgo
este nos informo que durante el cuatrimestre además del profesor marcos Báez
nos iba acompañar el Lic. Víctor mártir el cual dirige una escuela en el sector
Manganagua.
Luego,
completamos una guía de tres preguntas destacando así los conocimientos previo
que poseíamos sobre la asignatura “cultura profesional del docente” aunque el
maestro indico que solo se enfocaría la caligrafía y ortografía.
Después se
nos entrego otra guía para completar tras ver una película titulada “La historia
de Ron Clark” mediante la cual comprendí que no importa que tan compleja sea la
situación en nuestras presentes o futuras aulas, lo que importa aquí es qué tan
dispuestos estemos a encarar la situación y que cosas podemos hacer para
mejorarla. Ese es el
momento oportuno para aplicar nuestros
conocimientos y poner en práctica lo aprendido durante nuestra formación.
lunes, 19 de mayo de 2014
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